jueves, 6 de enero de 2011

Ojalá yo fuera ella.

- Porque, a ver, no intentes que no me coma la cabeza por esto porque es imposible. Es ella, es que no me puede gustar, es que le amo, le amo con toda mi alma. Es que es especial, me encanta. Tiene todo lo que yo necesito. Es igual a mí. Le quiero. Necesito tenerla cerca.
(Él suspira y se sienta en el suelo)
-Es que no puedo más. Estoy harto de que ella no se de cuenta, de que piense que hablo de otras y mientras le cuento lo que siento por ella. Que estoy enamorado de ella desde el primer momento. No sé si lo entiendes. Porque mientras que estoy con ella, tengo que hacer como si fuera mi mejor amiga, y no lo es, no quiero que lo sea.
+ Claro que lo entiendo. No sé que puedes hacer, es difícil. Intenta decírselo.
(Mira a una esquina fijamente mientras piensa algo que él desconoce. Y es que ella siente lo mismo por el chico que hay sentado en el suelo de la misma habitación)
- ¿Cómo quieres que se lo diga? Está bastante claro lo que opina ella.
+ ¿Te lo ha dicho?
- Más o menos. Que por culpa de 658 putos kilómetros, ella no está aquí. Pero lo noto, siento que ella me quiere, que siente algo parecido a lo que yo siento. Pero lo tiene dentro, no lo quiere sacar fuera por miedo a que no pueda ser. Creo que ya le han echo mucho daño. 
+ Creo que no sabe lo que tiene a su lado. Pero también tienes que entenderla, es mucha distancia y pensará que si pasa algo entre vosotros lo va  a pasar mal.
- Yo le haría la persona más feliz del mundo.
+ ¿Se lo vas a decir?
- Sí. Está decidido. Quiero que sea parte de mi vida. Y si no me quiere, no va a ser tan fácil que me olvide de ella. ¿Tú estarás aquí cuando te necesite, verdad?
(No podía creer lo que estaba oyendo, acababa de sentir como si me pegaran un puñetazo en medio de todo el estómago. Notaba que se me humedecían los ojos, no podía llorar delante de él, no se lo merecía)
- ¿Te pasa algo? Estás muy rara desde hace un rato. ¿Quieres contarme algo?
(Estaba pensando ¿Qué puedo decirle? ¿Qué le quiero? ¿Qué estoy enamorada de sus preciosos ojos azules? ¿Qué estoy harta de que se fije en idiotas que no le quieren? ¿Qué él se merece alguien que le quiera tal y como es? ¿Qué me encanta verle sonreír y la forma tan graciosa de caminar que tiene cuando le molestan las zapatillas o por hacer el tonto? ¿O las ganas que tengo de decirle que mande a la mierda a esa chica que está tan lejos? ¿O a los sitios que le llevaría para hacerle realmente feliz? Ahora encima, tengo que darle una respuesta y no sé sinceramente que inventarme. Me está pidiendo una contestación a su respuesta con su expresión de la cara. )
+ No sé, ¿Qué me pasa? ¿Porqué me preguntas eso?
- De verdad, llevo muchos años a tu lado y sé que te pasa algo. Puedes confiar en mi.
(Joder, ¿Porqué no puede dejarlo estar? ¿Porqué lo hace tan difícil?)
+ Pues que yo también estoy mal por amor.
- ¿Qué te ha pasado?
+ Pues que el chico que me gusta es imbécil y no se da cuenta de que lo estoy pasando mal. Por él. Por lo que siento.
- Seguro que es un completo idiota por no saber apreciar lo que tiene delante. Te mereces algo mejor, si no sabe lo que tiene olvídate de él.
+ Lo intento, llevo años intentándolo. No puedo, es superior a mí.
- ¿Has provado ha decírselo abiertamente? Los chicos a veces somos un poco cortos y no entendemos las indirectas.
+ Creo que ya  se lo he dicho. (Mientras hablaba recogía mi abrigo y me ponía la bufanda)
- ¿Cuándo se lo has dicho?
(Opté por no contestarle a esa pregunta y abrí la puerta lentamente)
- ¿A dónde vas?
+ Se lo acabo de decir. (Salí de esa habitación)
- No puedo creerlo. Era ella. Acabo de darme cuenta. Todo lo que buscaba estaba delante de mí. Y en este mismo momento, la había perdido...

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