martes, 10 de mayo de 2011


Aún recuerdo como me miraste el primer día que nos cruzamos. Recuerdo como el sol brillaba. Recuerdo como sonreiste y pasaste de largo mientras yo pensaba que tú podías ser alguien importante. No sé quien eras. Pero te metiste en mi cabeza. Al día siguiente, volví a verte, allí en el mismo sitio. No parabas de dar vueltas y saltar bancos. El típico chulo, te acercaste y me hablaste al oido. Como una película, un sueño. Pero de repente desapareciste  y no he vuelto a saber de ti.

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